Bueno, esto merecería un buen relato y lo que voy a contar no va a estar a la altura, pero me hace ilusión contarlo de todos modos, porque sé que por aquí me entendéis.
Primero el contexto: la semana antes de las vacaciones de semana santa las profesoras de mi pueblo (tenemos dos, una para el aula de infantil y otra para el aula de primaria: sí solo hay dos aulas en mi pueblo y en total, en todo el cole, que abarca tres pueblos, hay 5: esto es un CRA) castigaron a un niño que había mojado la sudadera de otra niña toda la semana sin recreo, sin educación física y sin plástica. Antes de averiguar quién era el culpable habían castigado a otros tres niños que no tenían nada que ver. Viendo la insensibilidad de esta gente (que pretendían mantener el castigo después de las vacaciones), la mayoría de los xadres del pueblo nos juntamos para poner nuestras quejas en común y acordamos hacer un escrito, que firmamos casi todes, y que presentamos, con sello de entrada, a dirección del CRA.
Una vez presentado el escrito, la actitud de las profesoras ha cambiado radicalmente. Y la semana pasada nos empezaron a citar a todes a tutoría individual. Ayer me enteré de que no era tan individual en el sentido de que también estaría presente la directora.
Mi compa y yo teníamos la reunión hoy a las salida del cole. La excusa de la reunión era la de «dar respuesta al escrito presentado». Mi idea era no exaltarme y (casi) lo he conseguido*, aunque no he podido no comentar, así de entrada, que qué curioso que la queja era conjunta, pero la respuesta es familia por familia.
*Según mi compa he dado mucho miedo igualmente.
La respuesta: según ellas, el resto de xadres son unes mentiroses, no te puedes fiar de lo que dicen les niñes y las quejas no se ponen así.
Lo que les hemos dejado muy clarito: que estamos totalmente en contra de los castigos como método educativo, que si no tienen recursos o herramientas para dar clase sin castigos y (sigo)
atendiendo a las necesidades específicas del aula se formen mejor, que para ver quién miente es conveniente preguntarse quién (y qué y cómo) tiene algo que ganar o perder y que, por supuesto, estamos de acuerdo en que las quejas, primero hablarlas a la cara, así que...
Punto extra: es vergonzoso y completamente fuera de lugar que la profesora haga, como ha hecho, aseveraciones racistas en el aula (que la profesora no se ha atrevido a negar, solo ha dicho que «no me puedo acordar de todos los comentarios que hago en clase». A lo que yo le he dicho que el Mono, que es autista, sí es capaz de repetir palabras textuales y las palabras textuales fueron que «cualquier niña gitana tiene más oportunidades que vosotros en un colegio» (dijo más cosas, pero yo ya me quería ir a casa: la directora lo ha oído perfectamente y ella no lo ha negado, a mí me sirve).
Y no sé si os quería decir algo más (puede ser porque suelo sacar conclusiones de todo), pero ya no doy más de sí y aquí lo dejo.
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