Ayer, después de la presentación de mi libro, me preguntaron si lo había promocionado bien en redes sociales.
No tengo. Solo estoy en una que no conocéis. Mastodon.
Es que claro -me dijeron-. Yo para lo mío le dedico 2, 3 horas al día a las redes. Para vender HAY QUE ESTAR EN LAS REDES SOCIALES.
No quise replicar más a alguien que ha asumido esa verdad pero pensé:
Si yo invirtiera en publicidad normal el dinero que ganaría en trabajando 2,3 horas diarias haciendo cualquier curro, tendría más difusión y ventas que TÚ CON UNA CUENTA DE MEDIO MILLÓN DE SEGUIDORES.
La gente que está partiéndose el lomo a diario en las redes sociales por una difusión de auténtica mierda debería probar a comprar publicidad en esa misma red social donde invierte 2,3 horas al día. En serio. Deberían.
Entonces lo entenderían todo. Serían por primera vez clientes y no productos, y entenderían la estafa desde el ángulo correcto; el del estafador, y no el del estafado.
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